Indagar sobre el origen de uno es abrir la puerta a muchas preguntas, a silencios y respuestas impensadas que a veces se convierten en un revés de la memoria. En Autobiografía del algodón, Cristina Rivera Garza sigue con curiosidad y asombro los pasos de aquellos hombres y mujeres que habitan su pasado familiar, obreros y campesinos que trabajaron la tierra que ahora conforma la frontera entre Tamaulipas y Texas, una región que alcanzó un alto nivel económico, social y cultural gracias al sistema de siembra del algodón. Por eso esta novela es, además de una narración íntima, un reencuentro con el territorio. O un desencuentro, debido a la migración, deportación, expulsión y repatriación de aquellos campesinos algodoneros que, tras el fracaso del sistema, dejaron libre su espacio, un lugar antes símbolo de progreso y hoy ocupado por la llamada «guerra contra el narco».
Las ficciones tragicómicas reunidas en este libro tienen un común denominador: la irrupción de una voluntad avasalladora en las vidas de hombres y mujeres vulnerables que renacen o se desmoronan bajo el influjo de sus fantasmas. ¿En qué se transforman los seres proclives a dejarse invadir, ya sea en la entrega amorosa, en la idolatría, o en la sumisión a un artífice traicionero? Siete cuentos de humor negro relatan ese apocalipsis íntimo desde el ojo de la tormenta. Con una voz narrativa que va de la empatía a la ironía, de la sátira a la tesitura sentimental del bolero, Enrique Serna cuenta la cruel anagnórisis de un yonqui francés, el amargo crepúsculo de un donjuán provinciano, la disputa de una pareja mal avenida por el cariño de su adorable mascota, la zozobra de un apóstol de la enseñanza enamorado de su mejor alumna, la devoción patológica de una empleadilla unida en espíritu a una diva de Hollywood, las angustias de un ombusdman trastornado por una inyección de autoestima erótica y el colapso de una abuela en brama cuando invade su lecho la polarización política del país. La comedia de las pasiones narrada por un encantador de serpientes.
«Doña Bárbara comparte con el Quijote y un puño selecto de personajes literarios un destino privilegiado: sale de las páginas de la novela, y se establece entre nosotros. [...] Es un placer leer la prosa de Doña Bárbara. Es un clásico, o varios clásicos: por la fuerza telúrica de su prosa, por las vidas de sus personajes, sus cambios, sus tornasoles y claroscuros.» Carmen Boullosa Hay novelas que, a pesar del paso del tiempo, no pierden su vigencia, historias que resultan inolvidables porque, a fin de cuentas, nos hablan del ser humano, de sus avatares, sus deseos, de su grandeza y también de sus miserias. A esta estirpe literaria pertenece Doña Bárbara (1929-1930), obra maestra de la narrativa hispanoamericana, retrato en el que, más allá de maniqueísmos, tienen cabida todos los matices de una vida. Doña Bárbara, la protagonista, es espejo del llano venezolano, es rica y poderosa, bella y hostil. Es una heroína rencorosa, imprevisible y caprichosa. Es una mujer independiente llena de vicios y pasiones, una fuerza ciega de la naturaleza que, a su paso, es capaz de dañar a su hija y al hombre que busca seducir.
El Manicomio General La Castañeda inició su vida pública en medio de las fanfarrias con las que el régimen de Porfirio Díaz inauguró las celebraciones del Centenario de la Independencia de México el 1.º de septiembre de 1910. En sus patios y pabellones, en sus talleres y jardines, bajo las sombras de sus castaños, se escribió una historia alterna de la modernización mexicana. Sin heroísmos, desde el lado más doliente de la realidad, esta historia se desarrolló en los diálogos –obsesivos, entrecortados, oscuros– de internos y doctores; comisarios y familiares; policías y licenciados; alrededor del tema de la locura. Todo formaba parte de la conversación: la fe, el sexo, la pobreza, la pérdida, las distintas formas del rencor, los celos, el amor, la política. Ahí donde los médicos intentaban componer una figura profesional, traduciendo lo que escuchaban a los términos de la incipiente psiquiatría, los internos lograron con frecuencia transmitir sus experiencias personales con el padecimiento mental. El lenguaje de la calle se introducía, así, a los diagnósticos institucionales. El veredicto familiar. La versión más íntima. La Castañeda permaneció abierta durante 58 años y cumplió con diversas funciones sociales: un hospital, un lugar de cobijo, una cárcel apenas disfrazada, una última oportunidad, un archivo… Una ciudad de juguete. Una metáfora de los tiempos por venir. Un futuro que ya nos alcanzó.
¿Son los robots una amenaza inminente para nuestros puestos de trabajo? Andrés Oppenheimer analiza un tema que desata la preocupación en muchos sectores del mercado laboral. Abogados, contables, médicos, comunicadores, vendedores, banqueros, maestros, obreros, restauradores, analistas, chóferes, estudiantes... temblad. O, como mínimo, preparaos. Con la lucidez y la elocuencia que le caracteriza, Andrés Oppenheimer aborda un fenómeno que está a punto de transformar la sociedad de manera radical: la probabilidad de que, en las próximas dos décadas, casi la mitad de nuestros trabajos sean reemplazados por ordenadores y sistemas de inteligencia artificial. Tras años de investigación a lo largo y ancho del mundo, Oppenheimer nos ofrece en este brillante libro soluciones para enfrentarnos a la inminente revolución del mercado laboral. Asimismo, el periodista nos cuenta cuáles son los puestos de trabajo que estarán a salvo de la amenaza de los robots en un futuro que se presenta incierto para millones de trabajadores y explica qué países se verán más afectados por este fenómeno y a qué ritmo.
Este debía ser el reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El entonces joven periodista de El Espectador de Bogotá escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista, y lo transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en 1955 supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor, que se vio abocado a una nueva vida. «Mi libro preferido, y el primero que escribí.» Gabriel García Márquez «Su narración más perfecta.» El PaísEl periplo desnudo y descarnado de un marinero a la deriva.Gabriel García Márquez, nacido en Colombia, es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura universal. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, es además cuentista, ensayista, crítico cinematográfico, autor de guiones y, sobre todo, un intelectual comprometido con los grandes problemas de nuestro tiempo, y en primer término con los que afectan a su amada Colombia y a Hispanoamérica en general. Máxima figura del llamado «realismo mágico», en el que historia e imaginación tejen el tapiz de una literatura viva, que respira por todos sus poros, es en definitiva el hacedor de uno de los mundos narrativos más densos de significados que ha dado la lengua española en el siglo xx. Entre sus novelas más importantes figuran Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada, La mala hora, El general en su laberinto , el libro de relatos Doce cuentos peregrinos, El amor en los tiempos del cólera y Diatriba de amor contra un hombre sentado. En el año 2002 publicó la primera parte de su autobiografía, Vivir para contarla.
Este libro reúne los mejores poemas de amor escritos por Mario Benedetti, uno de los poetas más innovadores, divertidos, ambiciosos y modernos de la literatura en español.El amor, las mujeres y la vida recoge una selección de poemas aclamados por varias generaciones, aquellos en los que Benedetti vuelca su concepción de la vida: el amor como compensación de la muerte se levanta en sus versos lleno de fe, como fuerza principal que mueve al ser humano, como una proclama de la existencia, que va de la erótica del amante hasta la esperanza del revolucionario o la gratitud del amigo.«El amor es uno de los elementos emblemáticos de la vida.Breve o extendido, espontáneo o minuciosamente construido,es de cualquier manera un apogeo en las relaciones humanas.»Mario Benedetti
Gabriel García Márquez ha declarado una y otra vez que El otoño del patriarca es la novela en la que más trabajo y esfuerzo invirtió. En efecto, García Márquez ha construido una maquinaria narrativa perfecta que desgrana una historia universal -la agonía y muerte de un dictador- en forma cíclica, experimental y real al mismo tiempo, en seis bloques narrativos sin diálogos, sin puntos y aparte, repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes. Novela escrita en Barcelona entre 1968 y 1975, El otoño del patriarca deja asomar en su trasfondo el acontecimiento más importante de la historia española de aquellos años -la muerte del general Franco- aunque su contexto y estilo sean, como simpre en este escritor, el de la asombrosa realidad latinoamericana que García Márquez ha elevado una vez más a la dignidad de mito.
En esta obra destinada a convertirse en un hito en la historiografía de América Latina, Héctor Pérez-Brignoli deja de lado el tradicional planteamiento " desde el origen hasta nuestros días " para arrojar luz sobre la historia del continente desde el momento presente. Realiza esta admirable tarea de síntesis valiéndose con rara habilidad de un original enfoque múltiple. Así, el devenir de América Latina como comunidad se combina con el examen de experiencias individuales significativas como las de Heitor Vila-Lobos y Antonio Berni, músico brasileño y pintor argentino respectivamente, pero también con la perspectiva de la sociedad moderna interrelacionada, global, que no soslaya la presencia del poderoso vecino del norte. La perspectiva del viajero y la del " flâneur " (inspirada por Walter Benjamin), así como el diálogo permanente entre miradas y perspectivas diversas, y el hallazgo de hilos conductores relevantes y significativos acaban haciendo de este empeño una obra de referencia.